AUNQUE LAS MUJERES han ido ganando peso en las estructura de los partidos, las caras visibles y quienes tienen la última palabra siguen siendo mayoritariamente hombres: todos los partidos de ámbito nacional tienen líder masculino. Por eso, aunque la ley obliga a que las candidaturas electorales incluyan al menos un 40% de mujeres, lo que realmente marca la diferencia es la actitud de esos líderes hacia la igualdad entre sexos.
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ Zapatero hizo de la Ley de Igualdad, aprobada en 2007, una de las medidas estrella de su segunda legislatura. Pero su apuesta la demuestran las cifras recogidas por el Instituto de la Mujer: mientras que en la legislatura que comenzó en el año 2000, el PSOE –entonces dirigido por Joaquín Almunia- contaba con un 37% de mujeres en el Congreso de los Diputados, la llegada de Zapatero a la secretaría general del partido supuso que, tras las elecciones de 2004, ese porcentaje creciese hasta el 46% y se mantuviera en el 43% después de los comicios de 2008. En 2011, con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del PSOE, la presencia femenina en las filas socialistas bajó de nuevo, al 39%.
EN EL LADO CONTRARIO del arco parlamentario, el PP ha alcanzado el más alto porcentaje de presencia femenina en sus escaños con la mayoría absoluta de Mariano Rajoy: en 2011, las diputadas eran un 35% del total del grupo popular. Son diez puntos más que en la última legislatura de José María Aznar como presidente del Gobierno, cuando las mujeres sumaban solo uno de cada cuatro de los 183 diputados que por entonces controlaban el Congreso.
Fuente: Instituto de la Mujer
MIENTRAS QUE EN EL caso del PP y el PSOE, la obtención de una mayoría en el Congreso suele conllevar un mayor porcentaje de mujeres, la presencia femenina en las filas de Izquierda Unida sufre vaivenes parejos al grado de representación parlamentaria de la formación. Con ocho diputados en el año 2000, solo dos de ellas eran mujeres, es decir, el 25%. Cuatro años más tarde, aunque IU pierde tres escaños, el porcentaje de mujeres se elevan hasta el 40%. En 2008, el descalabro de la formación ya entonces dirigida por Cayo Lara reduce su presencia en el Congreso a dos representantes. Ninguno de ellos era mujer. Sin embargo, tras los comicios de 2011, IU logra hacerse con 11 diputados y en paralelo recupera a las mujeres, que suponen el 27% del grupo de izquierdas.
"Al cierre de la legislatura, el Congreso tenía un 41% de diputadas"
EN EL CONJUNTO DE la Cámara Baja, el siglo arrancó con menos de un tercio de diputadas (28%), según los datos de la Unión Interparlamentaria (IPU, por sus siglas en inglés). Aunque la situación ha ido mejorando con el paso de los años: desde 2004, la presencia de mujeres se ha mantenido estable en el 36% en el arranque de cada legislatura. Ese porcentaje varía a lo largo de cada periodo de sesiones, en función de las bajas y altas que se producen entre los diputados. Datos más recientes de la IPU, de septiembre de este año, indican que el Congreso contaba con un 41% de mujeres, lo que situaba a España con el 14º país del mundo con mayor presencia femenina en sus escaños. Zeina Hilal, portavoz de esta institución con sede en Ginebra, alaba de hecho la ley electoral española. “Los resultados hablan por sí mismos”, considera Hilal, que destaca el hecho de que la norma marque un umbral mínimo del 40% (más alto de lo que era habitual en leyes anteriores de otros países cuando se aprobó la Ley de Igualdad, en 2007) y que hable de “cualquiera de los sexos”. “Es una buena práctica que ahora estamos viendo cada vez más en Latinoamérica, yo creo que la ley española les ha inspirado”, cuenta.
El Senado, coto masculino
LA CÁMARA ALTA, una institución cuya utilidad muchos cuestionan y a la que en ocasiones se critica como un retiro dorado para aquellos políticos que ya no tienen sitio en la primera fila de sus partidos, se parece bastante a un club exclusivamente masculino. Según los datos recogidos por el Instituto de la Mujer, desde el año 2000, solo en la legislatura que acaba de concluir se ha superado el 33% de senadoras. En el resto lo habitual ha sido quedarse por debajo del 25%, es decir, que apenas uno de cada cuatro miembros de la Cámara fuera mujer.
Fuente: Instituto de la Mujer
AL CONTRARIO DE lo que ocurre en el Congreso, aquí es el PP el partido que cuenta con mayor presencia femenina en sus escaños: en general, desde el año 2000 se ha colocado por encima del 30% de mujeres, y rozaba el 40% en 2011. Sin embargo, el PSOE hay importantes oscilaciones: desde el escaso 17% del año 2000 al 27% de 2011, solo en 2008 se alcanza el 30% de senadoras socialistas. De hecho, José María Aznar puso al frente del Senado a la única mujer que ha ocupado ese puesto desde el regreso de la democracia: Esperanza Aguirre. La apuesta de Zapatero por la igualdad naufragó en el caso de la cámara de representación territorial.