¿POR QUÉ HAY más mujeres ocupando altos cargos en las empresas de Europa del Este que en ningún otro región del mundo? Dicen los expertos que la tradición igualitaria del comunismo pesa mucho y en los países de la órbita soviética se ve con normalidad que la mujer ascienda a puestos de responsabilidad empresarial. Quizás esa misma lógica explique que, en España, la compañía que cuenta con un mayor porcentaje de mujeres en su consejo de administración sea una antigua empresa pública, Red Eléctrica, de la que el Estado aún posee un 20% a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
LA SOCIEDAD QUE controla las infraestructuras de distribución de electricidad es la única que cuenta con un consejo acorde con lo establecido en la Ley de Igualdad, compuesto por cinco mujeres y siete hombres. Así, sería la única que cumpliría con las demandas de Bruselas, que quiere un 40% de mujeres en los consejos para el año 2020. Del cálculo se ha excluido a ArcelorMittal, que no está radicada en España, y a Aena, que hasta este año no formaba parte del Ibex. Algunas compañías más satisfarían las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que hablan de “al menos” un 30% de consejeras de aquí a cinco años. Es el caso de FCC, Iberdrola, Grifols, OHL y Bankinter.
SIN EMBARGO, no todos los antiguos monopolios parecen hacer honor a su origen de empresa pública: Telefónica, con tan solo una consejera entre 17 hombres, está a la cola en igualdad, únicamente superada por Técnicas Reunidas, que no tiene ni una mujer en su máximo órgano de dirección. Preguntada sobre cómo explicaba esa ausencia total de mujeres, esta última compañía ha guardado silencio. Hasta este mismo año acompañaban a Técnicas Reunidas en esa lista negra Gas Natural y Sacyr, que han rectificado este año nombrando, respectivamente, a dos y una. Algo parecido ocurre con otro exmonopolio público: Repsol también cuenta con una sola mujer sobre un total de 16 consejeros. La mitad de las compañías analizadas cuentan con menos de un 20% de consejeras, es decir, que no llegan a ser una de cada cinco miembros del consejo. En una cuarta parte de las empresas estudiadas ni siquiera suponen uno de cada diez consejeros.
Fuente: CNMV e informes anuales de las compañías
EN CUANTO A LA tipología, solo dos mujeres sobre un total de 82 eran consejeras ejecutivas – las que desempeñan funciones de dirección en la empresa, según la Ley de Sociedades de Capital – y ambas trabajaban en el sector financiero: Ana Patricia Botín, del Banco Santander, y María Dolores Dancausa, de Bankinter. En 2012 y 2013, les había acompañado en esa breve lista Eva Castillo, como consejera ejecutiva de Telefónica, pero en 2014 pasó a ser externa.
EN LOS CUATRO AÑOS analizados, ha aumentado el número de consejeras dominicales - las que son o representan a accionistas de referencia de la compañía-, aunque se ha reducido su peso en el total. Han pasado de 16 a 17 entre 2012 y 2015, pero en a día de hoy solo suponen el 21%, frente al 26% de 2012. Sin embargo, la mayoría de mujeres que forman parte de un consejo de administración (72%) ocupan su asiento como independientes. Estos son los consejeros que llegan al puesto por “su alta cualificación profesional y al margen de que sean o no accionistas”, tal y como los define la CNMV.
Pequeños avances y algún retroceso
"Técnicas Reunidas es la única empresa del Ibex-35 sin mujeres en su consejo. No explica por qué"
EL ANÁLISIS DE LOS datos revela que las principales empresa españolas han pisado algo más el acelerador en materia de género en este 2015, cuando vence el plazo que la Ley de Igualdad fija para alcanzar al menos un 40% de mujeres en su consejo. Aunque la norma no fija ningún tipo de sanción para quien incumpla. En dos tercios de las compañías analizadas, la presencia de mujeres aumentó: en la que más, Abertis, donde la proporción de consejeras se elevó un 300% en cuatro años, pasaron de 1 a 4. Grifols, IAG y Mapfre, por su parte, elevaron el ratio de mujeres en su máximo órgano de dirección más de un 200%, aunque en 2012 solo tenían una mujer consejera. Otras tres compañías duplicaron su porcentaje de consejeras: fueron Endesa, Gas Natural y OHL. En el caso de Endesa, pasó de no tener ninguna a tener una sobre un total de nueve consejeros. Caso similar es el de Gas Natural, que pasó de ninguna a dos. De modo que los incrementos porcentuales espectaculares se deben en realidad a que la presencia de mujeres es tan baja que cualquier mínima subida resulta proporcionalmente muy llamativa. Lo que recuerda a la frase atribuida a Groucho Marx: “Partiendo de la nada, hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria”.
EN EFECTO, aunque la subida global del número de mujeres en el conjunto de las empresas analizadas es del 32% entre 2012 y 2015 -cuando se pasó de 62 a 82 mujeres-, hay que tener en cuenta que, al mismo tiempo, se produjo una reducción del 5% en el número total de consejeros, con lo que el aumento proporcional de las mujeres también está sesgado al alza por ese hecho.
CON TODO, LA tendencia es de incremento gradual, a pesar de que una de cada cinco empresas del Ibex-35 no varió la presencia de mujeres en su consejo y otras tantas la disminuyeron en los cuatro años analizados. Repsol es el farolillo rojo: redujo a la mitad la presencia de consejeras, de dos a una.
Legislación vaga y sin sanciones
LAS EMPRESAS TIENEN fácil excusa para responder a preguntas incómodas sobre este tema. La Ley de Igualdad del año 2007, en su artículo 75, se limita a establecer que “las sociedades obligadas a presentar cuentas de pérdidas y ganancias no abreviadas [las grandes compañías] procurarán incluir en su Consejo de administración un número de mujeres que permita alcanzar una presencia equilibrada [entendida como un mínimo del 40%] de mujeres y hombres en un plazo de ocho años a partir de la entrada en vigor de esta ley”. Nada dice la norma sobre qué le ocurrirá a quien no la cumpla en el plazo establecido, que vence en este 2015. No se contemplan sanciones de ningún tipo, así que, en la práctica se trata más de una recomendación que de una obligación con efectos reales.
"En España, ninguna ley obliga a contar con un porcentaje mínimo de mujeres en los consejos de administración"
ALGO PARECIDO ocurre con el Código de Buen Gobierno de la CNMV, cuyo cumplimiento es de carácter voluntario. El que estaba en vigor hasta febrero de este año hacía una proclama a favor de la “adecuada diversidad de género”, que no igualdad, en los consejos de administración. “Desaprovechar el potencial talento empresarial del 51% de la población –las mujeres–“, decía el texto, “no puede ser económicamente racional en el conjunto de las grandes empresas de nuestro país”. A continuación, incluía la recomendación de que, cuando el número de consejeras fuese “escaso o nulo”, la Comisión de Nombramientos vigilase para que los procedimientos de selección no tuviesen “sesgos implícitos” que obstaculizasen la selección de consejeras y para que la compañía buscase deliberadamente entre los potenciales candidatos a mujeres con “el perfil profesional buscado”. No se mencionaba qué se entendía por número “escaso” de consejeras. El nuevo código de buen gobierno de la CNMV, aprobado el pasado mes de febrero, sin embargo, sí que incluye la necesidad de que la política de selección de consejeros “favorezca la diversidad de conocimientos, experiencias y género” y de que “promueva el objetivo de que en el año 2020 el número de consejeras represente, al menos, el 30% del total de miembros del consejo de administración”.
"Faldas de oro"
EN NUESTRO PAÍS hay 82 mujeres que se sientan en alguno de los consejos de administración del Ibex-35. Sin embargo, esos puestos no están ocupados por 82 mujeres diferentes: varias de ellas acumulan cargos en más de un consejo. Es el fenómeno que se denomina “golden skirts” (“faldas de oro”) y que hace referencia a la falta de diversidad real en las cúpulas de las empresas, que sientan siempre a las mismas mujeres en varias compañías. La banquera noruega Mai-Lill Ibsen llegó a acumular 185 puestos en consejos de administración (ella aclara que la cifra está inflada porque muchos de esos puestos eran resultado de su pertenencia a una gran organización caritativa). En España no se llega a esos extremos, pero sí que hay un par de nombres que suelen ser frecuentes cuando se repasan los consejos del Ibex.
"Helena Revoredo acumula puestos en tres empresas"
EL MÁS DESTACADO es el de Helena Revoredo. La presidenta y máxima accionista de Prosegur tras el fallecimiento de su marido, fundador de la empresa de seguridad, ocupa asiento como independiente en el Banco Popular, Endesa y Mediaset. En estas dos últimas compañías es la única mujer. Revoredo figura entre las principales fortunas de España: según la última clasificación de la revista Forbes, es la octava persona más rica de España.
OTRAS CINCO mujeres alternan puesto en dos compañías. Se trata de Eva Castillo, Rosa María García, Catalina Miñarro, Isabel Tocino y Belén Villalonga Morenés. Castillo, de 53 años, se sienta en los consejos de Telefónica, donde ha ocupado altos cargos, y de Bankia. Rosa María García, expresidenta de Microsoft en España, es hoy la máxima responsable de Siemens. Se sienta además en los consejos de Bankinter y Acerinox (en esta, es la única mujer). La abogada del Estado Catalina Miñarro se convirtió en 2014 en la primera mujer en ocupar un asiento en el consejo de administración de Mapfre. Además, pertenece al de la constructora ACS. La exministra del PP Isabel Tocino, que dejó la política hace más de una década, se dedica ahora, entre otras cosas, a asesorar como consejera independiente a Enagás y al Banco Santander. En 2014, Tocino recibió 547.000 euros brutos por su labor en ambas compañías. Por su parte, Belén Villalonga Morenés, doctora en Administración de Empresas, ocupa puesto como consejera en Acciona y Grifols.