LA GALERÍA fotográfica del Tribunal Constitucional deja claro que esta instancia no es una fiel representación de la sociedad española en la que más de la mitad de la población son mujeres. Aunque la Carta Magna habla de la igualdad de todos los españoles, el tribunal cuya labor consiste en defender la Constitución parece obviar uno de los derechos básicos recogidos en ella: entre los nueve magistrados que lo componen, solo hay una mujer, Encarnación Roca. Si se tiene en cuenta además el cargo de vicepresidenta, cuya titular es en este momento Adela Asua, el número de mujeres asciende a dos. El presidente del Constitucional es un hombre, Francisco Pérez de los Cobos.
Fuente: Instituto de la Mujer
COMO OCURRE EN otras altas instancias de la Justicia, aunque las mujeres dominan la carrera judicial, apenas consiguen alcanzar puestos en los altos tribunales. Y es que, mientras para acceder a una plaza de juez o fiscal solo hay que aprobar una oposición, los asientos en el Constitucional o el Supremo se ocupan tras ser elegido en procesos menos transparentes.
Fuente: Comisión Europea
"El Constitucional solo ha tenido a una presidenta desde su creación, en 1977"
PARA SER UNO de los doce miembros del Tribunal Constitucional, es requisito indispensable ser un “jurista de reconocida competencia con más de quince años de ejercicio profesional o en activo”. La propuesta llega desde el Parlamento, el Gobierno y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Es decir, que se trata de nombramientos políticos, donde mantener una representación equilibrada entre sexos suele ser la menor de las preocupaciones de quienes deben buscar candidatos para esas plazas. Por otro lado, el Constitucional se ha convertido cada vez más en el recurso utilizado por los partidos políticos y el Gobierno, lo ocupe quien lo ocupe, para tratar de tumbar leyes que no pueden vetar a través de las cámaras legislativas. Así, los datos no mienten: según las cifras recogidas por el Instituto de la Mujer, ellas nunca han llegado a sumar más de dos asientos en el Tribunal Constitucional y este organismo solo ha sido presidido por una mujer entre 2004 y 2011, cuando María Emilia Casas ocupó ese puesto.
ESPAÑA TAMBIÉN ratificó el 20 de febrero de 2005 la Constitución Europea, que recoge la prohibición de cualquier discriminación, “en particular la ejercida por razón de sexo”. En ese contexto, España no supone un ejemplo para los países de su entorno, que dibujan una Europa en la que el TC ha estado presidido por mujeres en países como Eslovenia, Turquía, Serbia o Croacia, mientras que nunca han estado en manos femeninas en Francia, Alemania o Italia.